Después de haberse presentado en el Philadelphia Museum of Art, Pinta la Revolución: Arte Moderno Mexicano, 1910-1950 llegó al Museo del Palacio de Bellas Artes, donde permanecerá hasta el 7 de mayo de 2017. La exposición reúne más de 200 obras creadas tanto en México como el extranjero, durante el período revolucionario y posrevolucionario, por artistas como Antonio Ruiz “El Corcito”, Frida Kahlo, Rufino Tamayo, Álvaro Lozano y José Clemente Orozco.
Reconocida como “una de las mejores exposiciones del año” por el New York Times y “una muestra substancial en Estados Unidos” por The Guardian, Pinta la Revolución se encarga de ilustrar una época sumamente importante en la creación de arte en nuestro país, Estados Unidos y Europa.
Durante el periodo de 1910 y 1950, Estados Unidos y México enfrentaban situaciones de conflicto como el surgimiento de la Revolución Mexicana, la Gran Depresión en Estados Unidos, su participación en la Segunda Guerra Mundial y la Revolución Industrial. Además de las consecuencias de estos sucesos, como la pobreza, esperanza, desilusión, destrucción/reconstrucción, etc. Todos estos fueron temas recurrentes en la obra de artistas de la época, quienes los manifestaron a través de diferentes disciplinas y corrientes artísticas.
Timothy Rub, Director del Philadelphia Museum of Art, enfatizó la importancia de la muestra que reúne documentación artística de eventos que hicieron del arte mexicano una ventana al mundo sobre los hechos que azotaron al país como resultado de los movimientos revolucionarios. Esto permite que el público mexicano tenga una lectura distinta de obras que ya conoce.
La exposición se complementa por un ciclo de cine que primero pasó por la Cineteca Nacional y ahora llega a la Biblioteca de México con la proyección de 20 títulos de cine mexicano como La perla, ¡Ahí está el detalle!, Allá en el rancho grande, entre otros.
La exposición también permite conocer a los grupos vanguardistas e intelectuales que surgieron en la Ciudad de México durante este período revolucionario, como los Estridentistas y Los Contemporáneos.
“Las más de 200 obras provienen de 71 colecciones, 31 internacionales y 40 nacionales, lo que implica un trabajo curatorial impecable por parte de los dos equipos que colaboraron en la organización de la exposición”, comentó Miguel Fernández, Director del Palacio de Bellas Artes.
La tecnología ha sido una herramienta fundamental para el montaje de la muestra, pues se han digitalizado tres murales que la gente podrá ver en las salas del museo. Uno fue creación de Rivera en 1920 en la Secretaria de Educación Publica, otro de Orozco realizado en la Universidad de Darthmouth en 1930 y finalmente la obra de Siqueiros de 1939 que se encuentra en el Sindicato de Electricistas de la SEP.
Además de entornos de guerra y pobreza, Pinta la Revolución habla sobre la importancia de mujeres artistas, como se ve reflejado en el autorretrato de María Izquierdo en 1932 y el primer autorretrato de Frida Kahlo en 1926.
En una época donde se habla de barreras y muros que dividen a ambos países, el arte sobrepasa todos los obstáculos establecidos por el hombre pues una de las funciones del arte es crear conexiones, sentimientos y reflexiones. El curador mexicano Renato González Mello comentó que los muros sirven para hacer murales, los muros sirven para colgar cuadros de arte y nada más.