Los tamales en hoja de plátano, la palabra palapa, las chinas poblanas, las telas bordadas de diferentes colores y el traje de tehuana que Frida Kahlo inmortalizó, son el resultado del intercambio cultural que se llevó a cabo durante la época virreinal entre las civilizaciones del Pacifico Oriental, Europa y el Nuevo Mundo.
El Museo Franz Mayer, en colaboración con el Museo Internacional del Barroco de Puebla y el Museo Naval de Madrid, presenta hasta el 30 de octubre la exposición Tornaviaje. La nao de China y el barroco en México (1565-1815), la cual exhibe alrededor de 250 objetos barrocos que muestran el origen de símbolos populares en México, como las chinas poblanas o los bordados que se realizan en estados como Oaxaca o Chiapas.
Antes del viaje de Colón, que resultó en la conquista española en América, las embarcaciones orientales dominaban las aguas del Océano Pacifico, dando un impulso importante al comercio marítimo.
Las costas de las Californias (Norte y Sur) recibieron embarcaciones asiáticas que trajeron mercancías como cerámicas, porcelanas, textiles, marfiles, pinturas, esculturas, retablos y objetos de navegación, para posteriormente exportar a Asia plata, chocolate y especias como el chile, que se utiliza en el curry, haciendo de ese intercambio una globalización que benefició al ámbito culinario y comercial de ambos continentes.
Tornaviaje. La nao de China y el barroco en México (1565-1815) exhibe 19 objetos provenientes del Museo Naval de Madrid, 173 del acervo del Museo Franz Mayer y 58 de colecciones particulares. Las piezas están distribuidas en cinco ejes temáticos, determinados por el curador Luis Gerardo Morales Moreno: Navegación, Comercio, Corsarios y naufragios, Cultura Material y La Cuenca del Pacifico.
“El intercambio entre Asia y Europa con América dejó en México oficios populares como los ceramistas, los talladores y bordadores, ya que en el mundo prehispánico no existían las prendas bordadas como hoy en día”, comentó el director del Museo Franz Mayer, Héctor Rivero Borrell.
Algunas de las piezas más destacadas de la muestra son el Biombo de las batallas (1690-1697), mantones de Manila, un casco de infantería del siglo XVIII y porcelanas chinas por encargo, entre otros, como herramientas de navegación náutica como brújulas, sextantes y octantes.
La exposición forma parte de la celebración por las tres décadas de existencia del museo, el cual promueve las artes decorativas, el coleccionismo y la investigación en México.
Parte de la historia nos permite conocer el origen de nuestro arte y cultura. Tornaviaje. La nao de China y el barroco en México (1565-1815) demuestra que nuestra cotidianidad, e inclusive nuestras prendas populares, son el resultado de una globalización positiva para este mundo.