Todos hemos tenido que hacerle frente al dolor alguna vez, pero éste siempre deja algún recuerdo o marca en nosotros. No necesariamente es una cicatriz física.
El Museo Dolores Olmedo abrió sus puertas a la exposición Versiones de una Cicatriz, en la que 22 mujeres mexicanas y extranjeras plasman sus experiencias en cuanto al tema, que es reconocido universalmente.
Es una muestra feminista, porque está hecha por mujeres que buscan comunicar a través de sus piezas una visión personal de su propio proceso de introspección en cuanto a la cicatriz, pero sin confrontar al machismo, pues el feminismo es la igualdad entre el hombre y la mujer. “Son sentimientos que tanto tiene un hombre como tiene una mujer, y más bien es buscar esa articulación más que separar uno de otro ”, dijo Monserrat Mondragón, artista defeña.
“Originalmente cuando Angélica nos convocó, no lo hizo sobre una visión feminista, pero decía ella que había seleccionado a puras mujeres por la empatía que sentía al género; ella también es mujer y quería escuchar a otras mujeres”, comentó la artista defeña Marilú Ríos.
La obra aborda varios temas, no sólo ligados a la mujer, sino también a lo social, geográfico, geológico, objetual, del recuerdo, el cuerpo; estas otras dimensiones en donde todos cabemos.
La fotografía, el video, la música y la literatura, sirven como vehículo para transmitir estos profundos sentimientos. Cada cicatriz tiene su propia importancia e historia; es algo muy personal y tal vez te encuentres con la sorpresa de que tu experiencia puede ser reflejada o revivida en alguna de las obras que se encuentran en la muestra.
“En la exposición pasada hubo experiencias en donde señores soltaron lágrimas, entonces fue muy interesante ver eso de que no hay una separación tal cual de géneros”, aseguró la chihuahuense Angélica Chávez, curadora de la exposición.
Algunas artistas abordan la cicatriz en cuanto a un proceso de sanación, otras lo hacen cuando no existe una cicatrización y la herida siempre queda latente. “Yo creo que eso es muy enriquecedor para la muestra porque hay diferentes visiones, no sólo desde la regeneración o recuperación”, aseguró la curadora.
En las obras se observan desde lesiones en el cuerpo, hasta objetos rotos, alimentos secos, texturas o elementos de la naturaleza como la tierra o el tronco de un árbol, para representar ese sentir.
Carlos Phillips Olmedo, director del recinto, reiteró el compromiso que el Museo Dolores Olmedo por mostrar el arte joven y propuestas que hablan de la sociedad actual. “Siempre ha estado dentro de nuestros planes presentar a jóvenes artistas, para poder ver cómo en nuestro país se ha ido desarrollando la cultura, que también tiene que ver sobre la situación de nuestro país y en el mundo. Este tipo de temas tiene una cercanía para nosotros”.
En unas obras puede estar presente el feminicidio, hecho que se da constantemente en nuestro país, y que sin duda ha dejado varias marcas, tanto en hombres como en mujeres. La mayoría de las artistas entregó material sobre la cicatriz social, pues al parecer es la más evidente y que causa impacto, además de las personales.
“Somos un todo, tanto cuerpo, mente, geografía, naturaleza, todo repercute en uno. Estamos interconectados, como si fuéramos fractales, es el reflejo de todas estas experiencias tanto materiales e inmateriales pero que están íntimamente conectadas”, expresó Ríos.
Visita la exposición Versiones de una Cicatriz en el Museo Dolores Olmedo. Tienes hasta el 26 de julio.