En estas vacaciones podrás conocer un poco de la cultura japonesa sin siquiera tener que viajar a ese país, ya que el Museo Nacional de las Culturas realizó la segunda renovación de su Sala Japón. La tierra del Sol Naciente, tanto arquitectónica como museográficamente, en la que podrás adentrarte a sus costumbres y tradiciones a través de objetos de gran importancia para su cultura.
No creas que se exhiben piezas aburridas, sino que te cuentan una parte de la historia tradicional de Japón. Vale la pena recorrer las salas porque además de tener réplicas de piezas originales consideradas tesoros nacionales –donadas por el gobierno de Japón-, una tercera parte son originales y realmente bellas, que con solo verlas te transmiten y te hacen sentir la esencia del país oriental.
Siempre es enriquecedor conocer una cultura, y aquí verás 120 piezas como vestidos, dibujos, caligrafía, cerámica y más que conjugan la estética y el minimalismo, que seguramente habrás visto en una película o caricatura, sólo que ahora podrás saber más sobre su contexto, utilización y significado.
“Están las piezas más representativas de acuerdo al tema que se aborda en cada sala”, aseguró la curadora y antopóloga Silvia Seligson.
Al entrar a la sala, lo primero que verás son piezas sobre la concepción de la muerte y los ritos funerarios, en donde dos esculturas de guerreros te recibirán. Más adelante te toparás con una vitrina con vasijas funerarias de arcilla con ornamentos y figuras, que son réplicas de las elaboradas en el periodo Jomon (10000 a.C. a 250 a.C).
Hay elementos de ofrendas que datan de la prehistoria y piezas como urnas de barro; se explican prácticas como los montículos funerarios que quedaron atrás luego de la llegada del budismo y la cremación.
“La música de la corte se sigue representando en Japón, así como otros aspectos”.
En cuanto a la caligrafía se encuentran artículos para escribir y tinteros que nada tienen que ver con los nuestros.
Más adelante verás la influencia de la cultura china, ya que Japón adoptó varias cosas de su país vecino, como en el caso del alfabeto, el cual complementaron con la creación de dos nuevos silabarios o kana. Aquí verás objetos del budismo, religión que adoptaron de Corea proveniente de China y originaria de India. Con esto, incorporaron ceremonias budistas en la música y en la danza de la corte.
También se encuentra una pintura contemporánea al óleo bastante coloridda de Seiji Ito (1968), titulada Bugaku, danzas rituales, que ilustra los ritos de consagración en templos budistas y ceremonias dedicadas al emperador y otros dioses. De las piezas originales con las que cuenta la sala, está una armadura de samurai del siglo XVIII, éstos guerreros de disciplina impecable de los que seguramente habrás escuchado. Se complementa con algunos sables del siglo XIX, un casco y una mascarilla.
Dentro de la cultura japonesa, no puede faltar la ceremonia del té, costumbre que se originó del budismo zen. Se recrea el espacio donde hacían el ritual con algunas piezas de cerámica, la pintura y el arreglo floral o hanado; utensilios como un mizusashi (recipiente para agua), hishaku (cucharón de bambú), chawan (tazón para té), natsume (pequeña caja para guardar el té verde matcha) y tetsubin (tetera de hierro fundido), por mencionar algunos.
Después verás las creencias y costumbres tradicionales, como el shinto, ese lugar en donde se veneraba a los ancestros, a seres mitológicos e históricos y a los fenómenos naturales; los kami, un amplia gama de sus deidades como seres sagrados, animados e inanimados con poderes extraordinarios.
Encontrarás réplicas de atuendos nupciales, como el de la novia que se integra por varios kimonos, elaborados en seda con diferentes tonos de blanco, bordado con hilos de seda rojos y dorados, que forman símbolos de felicidad y ornamentos de grullas, emblemas de larga vida. Como verás, todo el decorado es importante y tiene un por qué en cada uno de los objetos exhibidos.
Se representan ejemplos de algunas festividades tradicionales y en la última parte se encuentra la parte de contribuciones importantes de la cultura japonesa al mundo, como es el trabajo de la laca, que influyó en piezas mexicanas, así como el arte creativo y distintivo como los biombos y las xilografías, que son estampas que ilustraban temas como Bijinga (bellas mujeres, cortesanas o geishas), personajes del teatro kabuki -que fue una gran aportación a las artes escénicas- y fuzoku o fukei-ga (escenas de la vida cotidiana y famosos paisajes).
Visita la renovada Sala Japón. La tierra del Sol Naciente, en el Museo Nacional de las Culturas, una cultura bastante disciplinada y con valores ejemplares. El museo está abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas y la entrada es gratuita.