por Greta J. Rico
Este año se cumplen 75 años de la diáspora republicana en España. Al terminar la Guerra Civil y quedar Franco en el poder, muchos artistas, intelectuales y ciudadanos de la oposición salieron del país ibérico para establecerse en otros lugares del mundo, entre ellos México.
Debido al momento por el que estaba atravesando España, la arquitectura se vio encasillada en monumentos de talante fascista. Al mismo tiempo a muchos arquitectos se les impusieron sanciones que los inhabilitaron para ejercer su profesión por cuestiones políticas, lo que que provocó el exilio de al menos 50 arquitectos, de los cuales sólo cinco se quedaron en el viejo continente y el resto llegó a México.
El contexto político ayudo bastante. El gobierno de Lázaro Cárdenas prestó las facilidades necesarias para que sus estudios universitarios fueran validados, y poco a poco se fueron integrando en la vida social mexicana, aportando grandes contribuciones como maestros y profesores en la Universidad Nacional.
Una particularidad que tuvo la recepción de los arquitectos españoles fue que el gobierno mexicano trató de colocarlos en zonas rurales poco explotadas, con la enorme visión de ser trabajadas y transformadas. Sin embargo, no todos se quedaron en el campo; muchos otros fueron importantes protagonistas del desarrollo urbano de la Ciudad de México y tuvieron que enfrentarse al enorme reto de pensar en construir para una ciudad sísmica.
En la exposición Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana podremos repasar, con una interesante línea del tiempo, los momentos clave de la arquitectura de nuestro país, las tendencias en las construcciones modernas y ver cómo conjugan con el contexto político y social de un México que durante mediados del siglo XX parecía dar pasos agigantados a al modernidad.
Entre los arquitectos, cuyo trabajo se destaca en esta muestra, se encuentran Francisco Azorín Izquierdo, Tomás Bilbao Hospitalet, José Luis M. Benlliure y López de Arana, Jaime Ramonell gimeno, Enrique Segarra Tomás y Félix Candela.
La invitación es para que caminen entre maquetas, fotografías, planos, cuadros y materiales multimedia y conozcan un poco más de la importante influencia del exilio español que encontramos en las construcciones de nuestro país.
La exposición se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura, ubicado en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes, hasta el 3 de agosto.