“Imagina un artista con el virtuosismo de Jaco Pastorius, la fluidez vocal de George Benson, el sentido de la armonía de Joao Gilberto, todo mezclado con cultura africana, ése es Richard Bona”, Los Ángeles Times.
Sus fans lo llaman “el Sting africano”, los críticos se refieren a él como un “músico top”, pero es su estilo de conectar con la audiencia lo que le da el título de lo que realmente es: un músico de verdad con estilo propio. Su particular canto que ejecuta con naturalidad, sus feroces habilidades con el bajo, su forma única de hacer arreglos, así como su destreza para aprender a tocar prácticamente cualquier instrumento, con sólo mirar, lo posicionan como un artista africano inigualable que además ha establecido una buena fama en el ámbito internacional.
El proyecto más reciente de Bona, Mandekan Cubano, continúa con lo que Juan de Marcos González y el guitarrista norteamericano Ry Cooder dejaron en sus trabajos con Buena Vista Social Club. Con Ludwig Afonso en la batería, el pianista Osmany Paredes, Luisito Quintero y Roberto Quintero en las percusiones, el trombonista Rey Alejandre y Dennis Hernández en la trompeta, Bona forja la siguiente evolución de la música cubana.
A través de la música que crea con el Mandekan Cubano, Bona explora de forma profunda la tradición y el folclor del Este de África y de Cuba; esta propuesta habla con el lenguaje universal de la música, para unir a la gente a través de la canción.
Fiel a sus raíces
Originario de Camerún, Bona se mantiene fiel a sus raíces, incorporando ritmos africanos en cada uno de sus siete discos, cuyos temas abordan problemas internacionales, como una forma de exponer su deseo de usar la música para hablar de los oprimidos.
Como un artista con propósito, se ha expandido a nuevos territorios musicales uniéndose a la estrella congolesa, Lokua Kanza, y al cantante y compositor antillano Gerald Toto, con quienes creó el álbum colectivo “Toto, Bona, Lokua” en 2004, para el cual Bona escribió cuatro pistas. El trio luego se lanzó a una gira a través de Francia; Bona se quedó en Europa para girar con el guitarrista Mike Stern y como estrella invitada en el álbum del guitarrista japonés Kazumi Watanabe, titulado “Mo Bop 2”. Poco después el dúo se embarcó en un tour por Japón, dándole a Bona la oportunidad de incorporar la cultura y los sonidos de un nuevo territorio a su trabajo. Además, Bona giró con Pat Metheny y apareció como invitado en dos álbumes de Bobby McFerrin.
Poco después Bona ganó reconocimiento en los premios Victoires du Jazz Awards, donde ganó el trofeo a “Mejor Artista Internacional del 2004”. Este prestigioso premio confirmó su habilidad para apelar a una multitud de audiencias alternando entre el jazz, pop, bossa nova, afro-beat y funk.
También conocido por su rol en el grupo Steps Ahead, Bona ha actuado en múltiples escenarios, como en el Festival Internacional de Guitarra de Adelaide y con muchas estrellas, como John Legend, para su álbum “Tiki”, que también fue nominado para el Grammy en 2007 como “Mejor Álbum de Música del Mundo Contemporánea”.
Poco después fue honrado por el Festival Internacional de Jazz de Montreal con el premio Antonio Carlos Jobim. Como uno de los siete laureados con esta condecoración, se le distingue como un artista en el campo de la música del mundo, cuya influencia en la evolución del jazz es ampliamente reconocida. También recibió el prestigioso SACEM Jazz Award (Grand Prix Jazz SACEM) en 2012. Adicionalmente, su álbum de oro 2013, “Bonafied”, demuestra una fusión de culturas en las que se está continuamente desarrollando.
Richard Bona se presentará en el Zinco Jazz Club con el Mandekan Cubano, este sábado 22 de octubre. Los tickets están en preventa directamente en el Zinco, más información a través de Fecebook: www.facebook.com/ZincoJazzClub