Arte y Cultura

Siente el pulso de la danza, con el Mexico City Ballet en el Teatro de la Ciudad

Fotografía: Tania Victoria / Secretaría de Cultura CDMX

 

La belleza del cuerpo humano y su posibilidad de transmitir emociones y mensajes a través de la danza se podrán apreciar el próximo 8 al 10 de julio con la gala Pulso del Mexico City Ballet (MXCB), bajo la dirección de Jasmany Hernández, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

El programa consta de cinco obras que, en conjunto, prometen un gran espectáculo, al fusionar diferentes tipos de corrientes dancísticas como el hip hop y la danza contemporánea con el ballet clásico, además de contar con música en vivo.

Una de las piezas se titula Casta Diva de la coreógrafa y bailarina residente del ballet, Yazmín Barragán, en colaboración con el coreógrafo Alan Martín. Aquí los coreógrafos se encargaron de mezclar con delicadeza los sonidos contemporáneos del hip hop y sus movimientos con la versión en violín del ária Casta Diva de la ópera Norma de Vicenzo Bellini. Ésta será interpretada por el violinista Joshua Bell en vivo.

Otra de las piezas es la obra Ritual, donde el misticismo de la religión Yoruba es la base de la coreografía del cubano Edgar Sagarra y el bailarín Roberto Rodríguez, con música especialmente compuesta para esta ocasión por el prestigioso José Víctor Gavilondo Peón.

La tercera propuesta está a cargo de una de las bailarinas y coreógrafas más reconocidas en Cuba: Lídice Núñez y su creación Dueto de las Mujeres Pájaro, fragmento tomado su obra original, la cual fue creada para la Compañía Danza Contemporánea de Cuba titulada Terriblemente Inocente, de Alicia Alonso. Esta recreación  se basa también en los cuadros de la artista cubana Zaida del Río, donde el cuerpo femenino toma gran parte de la composición artística en conjunto con la naturaleza, por lo tanto, la coreografía se podría considerar como cuadros en movimiento, como lo expresó Jasmany Hernández. La coreógrafa explica que el objetivo de su obra es mostrar cómo las mujeres intentan recuperar sus alas perdidas tras una catástrofe sentimental, y así, sacudir las almas tanto de los bailarines como las del espectador.


Fotografía: Tania Victoria / Secretaría de Cultura CDMX

Se dice que la fe mueve montañas y en el caso del bailarín y coreógrafo Diego Vázquez,  para quien la religión ha sido fuente de inspiración y es evidente en su obra False Cognate, cuya premisa parte de la relación que el autor tiene con la Biblia y su sentir hacia sus enseñanzas y la confrontación que sufre a través de ella, así como la atracción y el intento de huir de la misma, para finalmente caer en la redención ante la verdad que encuentra en la lectura.

Para finalizar la gala está Pulso, segunda obra de Barragán, que explora la importancia de aquello que vitaliza nuestros cuerpos en una expansión y contradicción del ritmo y el fluir del movimiento regido por distintas circunstancias y emociones. Pulso fue musicalizada por Gavilondo, quien denomina a su obra como una pieza minimalista que se basa en una célula, como una génesis que da origen a todo el contenido musical. Aclara que esta pieza musical en especifico tiene un enfoque distinto a sus demás composiciones para el ballet, pues es completamente antagónica, al integrar ritmos de techno y house.

“Se llama Pulso porque no pierde el beat, no pierde el ritmo. Si bien hay partes con distintos tempos, hay muy poco cambio armónico; el pulso es muy estable que genera mucha fuerza. Desde el comienzo supe que no podía tocar esta pieza, pues es bastante difícil; sin embargo, tenemos la dicha de contar con una pianista cubana, Ana Gabriela Fernández, quien estudió conmigo en la Facultad de Música del Instituto Superior de Artes de la Habana”, comentó.


Fotografía: Tania Victoria / Secretaría de Cultura CDMX

Si bien la danza contemporánea crece cada vez más tanto en oferta como en público, las discusiones en torno al significado y sentido de las obras ha sido una constante, en torno a lo cual Yazmín Barragán opinó lo siguiente.

 

“En contraste con la danza clásica, la danza contemporánea no cuenta con un repertorio clásico a seguir como el Lago de los Cisnes o el Cascanueces, siempre habrá un Lago y un Cascanueces. Nosotros tenemos el desafío de estar creando siempre, tenemos que innovar sin caer en lo común de la danza contemporánea porque la gente ya no quiere ver a gente encuerada arrastrándose por el piso. Ellos buscan emoción y algo con lo que se puedan relacionar. A mí no me interesa ser la protagonista de cada obra; ser parte del ballet significa enriquecerlo con nuevas caras, nuevos talentos. Por la compañía, no tanto por mí”.

Además de las presentaciones del 8 al 10 de julio en el Teatro de la Ciudad, el Mexico City Ballet ha organizado un Curso de Verano del 25 de julio al 8 de agosto que contará con clases de ballet, dúo clásico, Hip-Hop, Street Salsa y Jazz Lírico entre otros más. Para más información: verano@mexicocityballet.com Tel: 5557 9258

 

 

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