Francis Alÿs es un arquitecto nacido en Amberes, Bélgica, que viajó a la Ciudad de México tras el terrible terremoto de 1985, como apoyo por el desastre que había ocurrido. Fue entonces cuando decidió quedarse a vivir y trabajar en este país. Más tarde, cambiaría de profesión e intereses, convirtiéndose en el artista contemporáneo que ahora conocemos.
Anteriormente ya había visitado Ciudad Juárez, pero cuando decidió volver se encontró con una fuerte ola de violencia y los restos que ésta ha dejado a su paso, lo que ahora forma parte de realidad en la que viven los habitantes de la zona. Al toparse con esto, se supo nostálgico por ver una ciudad diferente a la que había conocido. Esa ciudad se había convertido en un lugar que está siendo destruido y abandonado.
Esto lo impulsó a desarrollar aquí su proyecto y poner en práctica estrategias artísticas de resistencia, que anteriormente había usado en contextos de supervivencia.
“La gente está muy frustrada. La gente, más que desesperada, se les fue la esperanza y eso es muy crítico”.
Desde el 2013 y hasta el 2015 llevó a cabo el proyecto, en colaboración con Alejandro Morales, Felix Blume, Julien Devaux y Rafael Ortega, bajo el nombre de Hotel Juárez. “Es un primer intento de encontrar un primer tipo de reacción a la situación de violencia y de falta total de crédito de las autoridades y políticos”, expresó Alÿs.
The Paradox of Praxis #5 y Children’s Games #15, son los nombres que les dio a las filmaciones que se encuentran en la primera parte de su exposición, actualmente en la Sala de Arte Público Siqueiros, donde permanecerá hasta el 26 de julio. El primero es la versión #5 de la #1 que realizó en 1997 en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la que empuja un gran cubo de hielo hasta que desaparece. Recientemente hizo algo similar, sólo que en lugar de hielo fue pateando un balón de fuego a través de un perímetro que abarca el conflicto social y urbano.
En Children´s Games #15, lo que hizo fue proponerle un juego con espejos a unos niños, aludiendo a estrategias de guerra de manera lúdica. Mientras ellos se divertían en medio de casas abandonadas de interés social, Alÿs documentaba todo con su cámara. “Estoy tratando de rescatar la vida que sigue presente en esas ciudades abandonadas, porque realmente son como ciudades fantasmas”, dijo.
En la Sala de Arte Público Siqueiros, encontrarás material acerca de la frontera, víctima de la corrupción de los gobernantes de México, así como los lugares de la Ciudad Juárez en las que Alÿs se aventuró con su cámara, que el describía como “un intento de medir hasta qué punto uno puede operar como artista en el espacio público”, y por supuesto lo que implica la presencia de una cámara en un lugar con tanta represión.
“Yo no soy un artista que ofrece respuestas, pero si trato de por lo menos cuestionar el papel del artista. La culpa es de los políticos, de los intelectuales y de los artistas; es muy fácil poner el dedo sobre Salinas o Fox; yo creo que va mucho más atrás el problema y es generalizado”.
Por otro lado, la muestra sigue en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo. Puedes llegar si sigues las líneas de pintura rosa y azul que Alÿs escurrió en el pavimento, la cual nombró The Leak, y que conecta un lugar con otro.
Aquí, la muestra es más amplia, pues además de videos se encuentran pinturas, bocetos, esculturas, entre otras cosas, tratándose de la exposición más extensa e importante del artista en el país en los últimos diez años, incluyendo proyectos del 2000 hasta el 2014.
La exposición lleva por nombre Relato de una negociación. Una investigación sobre las actividades paralelas del performance y la pintura, que incluye tres de sus trabajos más recientes: Don’t Cross the Bridge Before You Get to the River (No cruzarás el puente antes de llegar al río, 2008), el cual se llevó a cabo en el estrecho de Gibraltar con niños de Tarifa y Tánger, que crearon un puente hecho de barquitos improvisados con sandalias entre España y Marruecos, evocando las migraciones que se tienen en esta región, la cual también es una de las principales zonas de tránsito ilegal.
En Tornado (2000-2010), el artista filmó remolinos de viento en Milpa Alta, en la Ciudad de México. Alÿs los persiguió hasta entrar en su interior y filmar desde ahí, haciendo referencia a lo que es vivir dentro del caos. Y en la serie Afganistán (2011-2014) también realizó un juego de niños, que consistía en mantener en movimiento una rueda con ayuda de un palo. Esto alude a la imagen real-irreal que los medios en Occidente transmiten de ese país, haciendo que la visión sobre esa región sea deshumanizada.
“Francis intentó de salir del imaginario construido por los medios acerca de Afganistán durante el tiempo de las dos guerras”, comentó el curador, Cuauhtémoc Medina. Estos proyectos los realizó con la colaboración de Emilio Rivera, Daniel Toxqui, Julien Devaux, Elena Pardo, Rafael Ortega, Felix Blume y Raúl Ortega.
Esta parte de la muestra cubre dos grandes propósitos: mostrar el trabajo que ha hecho el artista y que involucran acciones que tratan de medir las posibilidades artísticas en lugares de gran tensión social, geográfica y política; además de ser un intento de plantear cuáles son las relaciones, el diálogo, el baile, entre la pintura y la práctica de estas acciones, explicó el curador.
Aquí te encontrarás con ideas y propuestas que Francis Alÿs tiene al respecto de las fronteras, el conflicto, los puentes y la sociedad en diferentes regiones del mundo. Aunque algunas de sus pinturas y dibujos son interesantes, es probable que te atrape más la idea que la ejecución de la misma.
La exposición en el Museo Tamayo estará abierta hasta el 16 de agosto.