Arte y Cultura

Sueño de una tarde dominical. Las videoinstalaciones del Laboratorio Arte Alameda

por Rossana Ponzanelli Velázquez*

(Especial)

Este año el Laboratorio Arte Alameda (LAA) cumple 15 años de haber sido fundado como uno de los museos que forman parte del Instituto Nacional de Bellas Artes. En su discurso inaugural, en el año 2000, el entonces y ahora presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, anunció que dicho espacio sería para los artistas y el público “que crean y siguen las prácticas artísticas contemporáneas”.

En congruencia con aquel discurso, el Laboratorio Arte Alameda ha dedicado este quindenio a promover videoinstalaciones, trabajando de forma colaborativa en proyectos nacionales e internacionales. El antiguo convento de San Diego, recinto que albergó la Pinacoteca Virreinal, de 1964 a 1999, fue elegido para impulsar proyectos culturales transdisciplinarios, en función del entorno urbano y arquitectónico en el que se encuentra ubicado: la Alameda Central, espacio en el que converge una amplia población heterogénea.

En el marco del Año Dual México–Reino Unido 2015, el Laboratorio Arte Alameda ha presentado diversas propuestas como: A room of one´s own: fragilidades sobre el exterior,  que constó de tres videoinstalaciones que conjugaron, a través de la visión femenina de las artistas inglesas Melanie Smith, Katri Walker y Jaki Irvine, la tecnología y el videoarte para comunicar la violencia cotidiana que padecen la mujeres.

Otro ejemplo de las propuestas de este año es la videoinstalación sonora Noche Buena, de Julien Devaux, compuesta por sonidos reales mezclados de forma abstracta y yuxtapuesta, para unir una serie de capas sonoras que transitan entre la noche y el día dentro de un mismo espacio, y que puede apreciarse actualmente.

Y es que las videoinstalaciones utilizan el video como elemento central de expresión artística, resignificando la imagen dentro de un espacio concreto, así como de los objetos y los materiales que lo componen. Con la aparición de las nuevas tecnologías ha cambiado por completo la relación entre espectador e imagen electrónica, independizándola del monitor para integrarla al contexto total del espacio y sus elementos.

Con el juego de la utilización cubista, en 1910, de los papier/collés surgieron nuevas formas de investigación en el espacio, como los contrarelieves constructivistas rusos como Tatlin. Las expresiones artísticas comenzaron a diluirse con la realidad, abordando el campo de las necesidades humanas; sustituyeron el antiguo lenguaje mimético en una nueva sintaxis de formas realizadas con objetos de uso cotidiano, para una nueva sociedad en la que la idea de lo bello comenzó a perder su papel protagonista. Surgieron propuestas híbridas que involucraban diferentes formas de expresión, como la introducción de la distancia cero entre el artista, la obra y el espacio.

A partir de mediados de la década de los 70 se comenzó a alterar la relación creador y obra, al igual que las relaciones obra/espectador/espacio, en las que el producto debía ser entendido como una presencia en relación al espacio que la circunda, y en función de la reacción/acción del espectador. Las expresiones minimalistas, término utilizado por el filósofo británico Richard Wollheim, reducidas a lo esencial, fueron las primeras experiencias del arte en el espacio y realizadas en función del contexto, otorgándoles la característica de ser únicas e irrepetibles al momento de ser expuestas.

La instalación puede ser vista como una espacie de collage extendido en el espacio (escultura, ensamblage o ambientanción), que construye una escenografía, un decorado, una arquitectura habitada y experimentada por el espectador. Desde su aparición la instalación ha sufrido varias metamorfosis al ir jugando con una mayor variedad de materiales y espacios, por lo que se puede hablar de un arte vivo que involucra al espectador como parte de la obra. Para el teórico y curador inglés Jonathan Watkins, instalación, arte y vida son una misma cosa, desde las diferentes formas del arte: pintura, escultura, arquitectura, fotografía, cine, teatro o, música.

Cuando se habla de instalación, se hace referencia a todo tipo de manifestación artística multimodal con tres características fundamentales:

 

  1. El principio de recursividad; cuando las causas y los afectos son los mismos en aquello que se produce. Sujeto y objeto están contenidos el uno en el otro dentro de un proceso sin principio ni fin, por lo tanto cualquier obra de arte está incluida en la categoría de instalación; así instalación y arte se contienen el uno en el otro en una visión conjunta. Por otro lado la definición de instalación cambia constantemente, según su entorno y contexto.

 

  1. El principio hologramático: donde una parte del ícono se encuentra presente en el todo y a su vez el todo se encuentra contenido en una pequeña parte de la propuesta; la misma información está contenida en cada una de sus partes, aunque éstas tengan formas y funciones diferentes se encuentran en el todo.

 

  1. El principio dialógico: permite la convivencia de distintas lógicas a la vez complementarias y antagónicas, surgiendo diferentes puntos de vista. Dentro de este término cada instalación es a la vez igual y distinta a todas las creadas por el autor; contienen información similar pero se construyen en función de un determinado espacio y entorno que rodea a la obra.

 

Dichos principios están contenidos en toda instalación, ya que la obra se encuentra ubicada dentro de un contexto tiempo/espacio; aunque la propuesta de un artista sea la misma puede variar, según las condiciones del contexto en la que se encuentre expuesta: museo, galería o espacio público. La obra se ajustará a las características del sitio específico, creando diferentes propuestas en una misma idea central.

Por tanto, las exposiciones que se exhiben dentro del Laboratorio Arte Alameda son propuestas estéticas e ideológicas que pretenden modificar el modo de ver y entender la historia del arte y de México, desde un contexto urbano cambiante con diferentes necesidades humanas; una alternativa cultural que vale la pena conocer.

 

*Especialista en temas de arte y cultura aplicadas a las nuevas tecnologías

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