por Gerardo López
A partir de piezas de un Volkswagen, el zacatecano Manuel Felguérez crea una nueva escultura que transforma la función utilitaria del icónico automóvil, en una función puramente estética.
Crisálida se exhibe en la explanada del Museo Tamayo de Arte Contemporáneo. Felguérez explicó la importancia de expresarse a través de un objeto de manera intuitiva; en este caso, de un auto creado después de la Segunda Guerra Mundial en la Alemania nazi. Se dedicó a desarmarlo, pieza por pieza, para después construir la obra que aún posee la reminiscencia de lo que un día fue. Cabe reiterar que no se descartaron ni se incluyeron piezas ajenas al “escarabajo” mecánico.
“Yo soy un artista objetual, construyo objetos, trabajo la materia. El Volkswagen es un elemento base que ha sido usado por muchos artistas; tiene una parte muy nostálgica y es un diseño tan perfecto que aguantó muchísimos años. Es como un juguete y es volver a jugar”, subrayó el artista plástico, que ha creado a lo largo de seis décadas obras originadas de un lenguaje visual constituido por formas concretas, pasando de lo figurativo a lo abstracto y de la pintura a la escultura.
Crisálida está en concordancia con el Mural de Hierro -escultura incluida en una muestra artística del Museo Universitario de Arte Moderno- porque ambas siguen un proceso de creación similar: el Mural de Hierro fue concebido a partir de un camión de chatarra.
Felguérez formó parte del Movimiento de la Ruptura, acompañado de artistas como José Luis Cuevas, Lilia Carrillo y Vicente Rojo que se encargaron de proponer una nueva dinámica del arte mexicano.
La obra del octogenario artista permanecerá expuesta hasta el 15 de julio en el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo. Más adelante visitará varios estados del país.