El Museo Nacional de la Estampa abre sus puertas para recibir la colección de Ernesto Renoux, en la exposición Isidoro Ocampo. Artista testigo del México posrevolucionario.
Isidoro Ocampo nació un 20 de junio de 1910 en las tierras calurosas del Puerto de Veracruz. Su niñez constó de costas, litorales y crepúsculos al lado de su padre, quién solía ser guardafaros. Después, en los años difíciles de la juventud, Ocampo viajó a la Ciudad de México para comenzar sus estudios en la Academia de San Carlos. Lo demás es historia.
Aunque este artista no sea comúnmente reconocido, Isidoro Ocampo es uno de los más representativos en la historia del arte mexicano. Recibió clases de litografía, metal y madera de personajes como Francisco Díaz de León, Carlos Alvarado Lang y Emilio Romero, tres maestros del grabado y la estampa.
32 años después de su muerte, el legado del artista veracruzano viaja al corazón de la Ciudad de México, con una exposición que reúne más de 200 obras realizadas con distintas técnicas, representativas de la época posrevolucionaria, entre los años 1929 hasta 1982.
Los artistas suelen tener una visión distinta del mundo, donde una estrella no sólo es algo que brilla o donde la realidad es algo que es necesario contar. De esta manera, la obra de Isidoro Ocampo relata con cada obra los acontecimientos que vivió en carne y hueso, en el México que fue protagonista de una época marcada por una serie de transformaciones y redefiniciones en el orden cultural, social y político, por lo que de alguna manera sentía la necesidad de expresar lo que sucedía a su alrededor.
Conforme uno recorre las salas del museo se da cuenta que lo que está reflejado en las paredes nos cuenta una historia que de los personajes y situaciones típicos en las calles de la Ciudad de México. Indigentes, obreros, amas de casa, faquires, la tortillera y el pepenador, entre otros, fueron personajes que protagonizaron la obra de Ocampo. La xilografía, la linografía, el aguatinta y aguafuerte fueron técnicas utilizadas para crear la mayoría de obras, aunque también se pueden observar piezas al óleo, un poco de surrealismo y también la fuerte influencia que caracteriza su trabajo como expresionista.
A lo largo de su vida formó parte de importantes grupos artísticos como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), el Taller de Gráfica Popular con Leopoldo Méndez y la Sociedad Mexicana de Grabadores. Al pertenecer a estos grupos, los trabajos de Ocampo no sólo ilustraban lo que el país ofrecía, sino temas de interés mundiales como la Guerra Civil Española y el fascismo internacional.
Más que una exposición pictórica, Isidoro Ocampo. Artista testigo del México posrevolucionario. Colección Ernesto Arnoux es una guía visual que demuestra, de manera artística, una crítica a los procesos de modernización, formas de vida de los mexicanos que vivieron en la era posrevolucionaria y cómo estás dieron cierta formación al país.
“La contundente obra de Isidoro Ocampo, plena de personajes que continúan vigentes y resguardan por el acucioso coleccionista Ernesto Arnoux, brinda una visión palpitante, aterradora y festiva del México moderno que, de los años treinta a la fecha, aún seduce, aturde, hechiza y enloquece”, expresó la curadora Laura González Matute.