Desde las primeras manifestaciones pictóricas en paredes de cavernas en diferentes partes del mundo, los animales han sido musas para los artistas. Desafortunadamente, la evolución del ser humano ha aniquilado una gran parte de la vida silvestre que habita nuestro planeta, haciendo de esto un tema agobiante. La modernidad y su innovación constante suelen impedir de distintas maneras el contacto con la flora y fauna del país, y así se crea cada vez más una idea injusta sobre lo importante que es el mundo animal para una cohabitación sana entre la naturaleza y la vida humana.
Sin embargo, este sábado 18 de julio los amantes del arte y la zoología tendrán la oportunidad de vivir la belleza de la naturaleza frente a frente por medio del arte popular mexicano, que pinta de jaguares, aves, pescados, venados, e insectos a través de piezas como jarrones, juguetes, utensilios de cocina y obras plásticas de artistas como Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Lilia Carrillo y Luis Argudín, entre otros, en la exposición La Zoología en el Arte Mexicano en el Museo de Arte Popular (MAP).
La historia de la antropología mexicana relata a detalle la importancia de ciertos animales en épocas prehispánicas, como fue el caso del jaguar. Este felino fue asociado con la magia de la noche, los misterios del inframundo, la bondad de la agricultura y fue utilizado como símbolo de poder político entre los Mayas.
El uso de animales en el arte mexicano fue y sigue siendo crucial, al relacionar lo terrestre con mundos como el cosmos, tal como lo hicieron los Toltecas al construir los Atlantes en Tula, Hidalgo, quienes portan una mariposa en el pecho que podría simbolizar al planeta Venus.
La muestra se enriquece al exhibir piezas contemporáneas, como el Perro Ladrando a la Luna de Rufino Tamayo, pieza que enamora al público con sus azules, negros y blancos mezclados en una escultura divina; y Toro Echado de Juan Soriano. Dos instalaciones colgantes de aves y peces convierten a esta exposición en un viaje por mundos aéreos y acuáticos en un mismo lugar.
Además, la exposición despierta el debate sobre la situación crítica en la que se encuentran varias especies animales y reflexionar sobre su presencia en la Tierra, pues ellos llegaron primero y muchos ya han desaparecido de la faz de la Tierra por acciones directas y depredadoras del hombre. Acciones industriales, científicas y el intento de conquistar el mundo, han sido las causas principales para la extinción de muchas especies como la guacamaya roja, el jaguar, el ajolote, el oso negro y el lobo gris mexicano entre muchos más.
“Simplemente es este apetito voraz de los desarrolladores que invierten en la ganadería, acaban con la fauna y la flora, después urbanizan y y posteriormente venden bienes raíces. Ya estuvo bueno. Es nuestro patrimonio, no mío, es nuestro patrimonio”, manifestó el director del museo, Walther Boesterly.
La exposición estará disponible al público del 18 de julio al 27 de septiembre.