Arte y Cultura

Visita La casa irracional de Pedro Friedeberg en el Franz Mayer

“El arte ha muerto”, es una de las frases famosas de Pedro Friedeberg, haciendo referencia a que no se ha hecho nada nuevo desde hace tiempo. El artista y diseñador mexicano, con raíces italianas, inició su carrera en la arquitectura para luego dirigirla al arte gracias a Mathias Goeritz, quien lo animó a seguir por ese camino. Friedeberg es uno de los artistas surrealistas de nuestro país que rechazaban el arte social y político, pues era el que dominaba en ese momento. 

El Museo Franz Mayer se dio a la tarea de preparar una exposición que reúne más de 200 piezas del artista creados a lo largo de siete décadas, bajo el título La casa irracional. Pedro Friedeberg, arte y diseño. La muestra incluye candelabros, espejos, mesas, sillas, sillones, lámparas, teteras, cafeteras, tapetes, biombos, pintura, gráfica y escultura, elaboradas con técnicas y materiales como madera, piel, cerámica, textil, hoja de oro, policromía y bronce, por mencionar algunos. 


La exhibición explora la creatividad a partir de los objetos creados por el maestro Friedeberg, quien no distingue entre ser escultor, pintor, diseñador gráfico e industrial; es por esto que sus piezas son artísticas pero interactúan de cerca con el diseño.

 “Hay una cualidad importante entre el arte y el diseño que la exposición busca debatir a través de la experiencia”, comentó el curador, Alejandro Sordo.


Se muestran los inicios del artista en la arquitectura, así como un recorrido entre los temas, intereses, procesos de trabajo y referencias recurrentes a través de los años. La muestra se divide en dos: por una parte está lo conceptual, en donde la arquitectura es el hilo conductor y se ve la rebeldía del autor en cuanto a las formas y los cánones de la bauhaus. Realizaba casas inhabitables o fantásticas y muebles con la misma descripción, que hacían sentir incómodos a quienes los utilizaran, de forma sutil e inconsciente. Uno de sus diseños más famosos es la silla con forma de mano, en donde utiliza los dedos como respaldo y la palma funge como asiento.

De ahí el nombre de ‘casa irracional’, pues el concepto hace referencia a una característica fundamental en su obra: una postura anti-funcionalista que contradice los conceptos del diseño moderno. De hecho, podrás ver objetos diseñados y utilizados por el artista en las casas que habitó en algún momento.

 

“Gran parte de los objetos, el maestro los usó en casas y ahora están en otras; no fueron hechos exclusivamente para la contemplación”, comentó la curadora e investigadora, Karina Ruiz Ojeda.

 “Su trabajo es artístico antes que diseño. Son incómodos, anti ergonómicos y disfuncionales aunque son útiles”, agregó Sordo. 

En la segunda sección se encuentran instalaciones, en donde está la de relojes, donde se exhiben el primer y último reloj realizados por el artista. 

Hay un apartado llamado “Las casas de Friedeberg”, en la que se exhiben diferentes tipos de mesas, sillas, candelabros, lámparas, entre oras cosas, además de una instalación de muebles mariposa y por último una de diseño contemporáneo. 

La curaduría no necesariamente plantea ejes temáticos, sino que permite apreciar las piezas de forma individual, así como las ambientaciones e instalaciones. También encontrarás una sección de documentos que provienen del archivo personal de Friedeberg, integrada por cartas, acuarelas, bocetos, y fotografías originales. “Se hizo una exploración de su archivo personal, en donde se ven los temas de interés, desde su infancia y dibujos de los años 40 hasta la actualidad. No hay ejes temáticos tajantes, sino temas que se ven en cada ambientación. El objetivo de la muestra es apreciar lo que ha hecho en su faceta de diseñador durante éstas décadas y la presencia que sigue teniendo en lo contemporáneo”, explicó la curadora.

Un recorrido bastante colorido y lleno de formas que hipnotizarán a tus ojos; por donde mires hay piezas con ornamentaciones que definen el estilo del artista, quien dice odiar el minimalismo. 

“Siempre fui partidario de extrañas arquitecturas y del ornamentalismo; yo creo que el ornamento es una virtud, hay que regresar más a el, es algo lúdico”, dijo Pedro Friedeberg.  

“Siempre traté de hacer muebles feos pero la gente los veía bellos; horribles pero interesantes y ornamentales”.

Por su parte, el curador Alejandro Sordo explicó que la muestra permitirá al público creador, que se dedica profesionalmente al diseño y demás carreras afines, ver la importancia de la creación a mano directa, “parecen hechas en 3D pero son a mano”. La mayoría de los objetos no han sido expuestos anteriormente. “El trabajo está hecho a ojo de buen cubero, antes no habían computadoras ni esas cosas horribles. Mi maestro fue Mathías Goeritz”, aseguró Friedeberg.

Las piezas pertenecen a cerca de 40 colecciones particulares, como la del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), la Colección Ida Rodríguez Prampolini, la Colección/ Archivo privado de foto y gráfica José y Kati Horna, y firmas reconocidas como CORUM, TANE y la casa de tapetes ODABASHIAN.

Conoce el legado de Pedro Friedeberg en la arquitectura de interiores, los espacios en donde ha habitado, así como su trabajo ligado al diseño en La casa irracional. Pedro Friedeberg, arte y diseño, que estará abierta hasta el 17 de julio del 2016. Durante el mes de junio habrá una mesa redonda, una charla con el artista y talleres familiares en donde todos conocerán la colorida obra del Mtro. Friedeberg.

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