El viernes 13 de marzo se inauguró Esto es Mozart. Festival Internacional, el cual cuenta con un conjunto de actividades, conciertos y óperas, en donde se presentarán destacados y talentosos artistas de diferentes regiones.
La ópera Così Fan Tutte abrió el festival, en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes, y hoy presenta a las 18:00 hrs. su segunda y última función. La verdad, no pudieron elegir mejor pieza para la apertura.
Con casi cuatro horas de duración, la ópera fue compuesta por Mozart en dos actos, con libreto en italiano de Lorenzo Da Ponte. Pocas personas saben que tiene el subtítulo alternativo La escuela de los amantes, puesto por el mismo compositor. La primera vez que se presentó fue en Burgtheater de Viena, el 26 de enero de 1790, un día antes del cumpleaños 34 de Mozart.
En ocasiones, se es testigo de la magia en los escenarios, o al apreciar alguna manifestación del arte. Così Fan Tutte es una de ellas. Desde el sutil y bien acertado manejo de luces, la increíble pieza musical de Mozart, interpretada por la Filarmónica 5 de Mayo y el Coro de la Compañía de Ópera de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), hipnotiza tus ojos y seduce tus oídos.
No olvidemos a las increíbles voces que dan vida a la obra en escena: Carla Madrid, Zayra Ruíz, Cynthia Sánchez, Jesús Suaste, Alberto Albarrán y Edgar Villalva, con dirección de escena de Luis de Tavira y Antonio Salinas.
“He dirigido cerca de 40 títulos de ópera, pero nunca me había atrevido a meterme con una ópera de Mozart, justamente porque la dificultad de montaje es más delicada, sin menospreciar a las demás, pero finalmente sentí que llegaba el momento y elegí Cosí Fan Tutte“, expresó Fernando Lozano, director concertador de la pieza. “Son seis cantantes de primer orden, que tienen una capacidad de interpretación principal; son actores y actrices excelentes”, continuó.
Esto se puede apreciar desde el momento en que ellos salen al escenario. Al escucharlos, casi se pueden percibir las notas musicales salir de sus labios. Asimismo, se nota el tiempo de ensayo y dedicación de los intérpretes, que junto con sus maestros, hacen que sus movimientos, gestos y posturas estén realizadas de manera satisfactoria.
La misma adaptación que se tuvo en la sede de la Filarmónica 5 de Mayo en Puebla está en el Cenart. Cabe destacar que el escenario es algo diferente, pues te permite ver en varias dimensiones la escena.
Por su parte Thusnelda Nieto, preparadora musical, concuerda con Lozano en cuanto a la dificultad y el reto que representaba montar una pieza de Mozart. “Es aún más difícil porque no permite mentir, todo es diáfano y eso es una virtud y un defecto, porque todo se nota”.
Explica que fueron más de 6 meses de preparación, pues la ópera contiene arias muy difíciles. “Arias complejas, lindas, maravillosas; tiene duetos, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos y luego hay que agregarle más de una hora de recitativos, en donde realmente se concentra toda la trama de la ópera. Van a ver un Cosí Fan Tutte completo, con todos los recitativos que implican también un trabajo musical muy complejo, porque los cantantes tienen que ser actores y tienen que poder hablar en italiano, cuando menos pronunciarlo perfectamente, lo cual es otro problema, que no paso tanto en las óperas veristas pero sí en las de Mozart”, asegura.
El elenco está integrado por jóvenes talentos, quienes además de cantar, deben tener expresión corporal y recordar a cada momento la parte de la escenografía y utilería que les toca llevar, traer o mover del escenario. Además, hay bailarines que ejecutan coreografías al mismo tiempo que los demás artistas están su papel; todo sucede en perfecta armonía.
“Ésta simetría de tres parejas implica una enorme exigencia histriónica actoral, no sólo la exigencia vocal y musical. Es una ópera que ha esperado muchos siglos, para encontrar su comprensión”, comentó Luis de Tavira, director de escena.
Aunque en la actualidad Così Fan Tutte es considerada una de las obras maestras de Mozart, en su tiempo no tuvo buena crítica. “En un principio fue muy mal recibida y al final del siglo XX empieza a recuperar su comprensión, porque tal vez hacia falta que pasaran muchos años y muchas cosas para que la sociedad fuera superando todo aquello que producía el rechazo inicial a una ópera, que uno hoy en día no puede imaginar cómo no resulto un éxito absoluto en su momento. Ha recibido muchas calumnias, de frívola, vulgar, machista y misógina”.
De igual forma, declaró que la ópera era una provocación ruda, altanera, que molestó a las buenas conciencias. “La obra, compuesta en el último año de vida de Mozart, está cuajada a su vez de semitonos o contratonos dramáticos, que van de la melancolía a la sátira, de pronto a unas arias de hondura trágica”.
De Tavira asegura que hay una provocación a la moralidad de la época, ya que trata temas como la igualdad de género, así como un notable feminismo de Mozart al darle las partituras más profundas y protagónicas a sus personajes femeninos. “Hay una sugerencia de igualdad. Aquí la igualdad tiene que ver entre las mujeres, es decir todas iguales, no necesariamente peyorativo, Igualdad de los sexos”.
Esto se ilustra en una de las escenas de la obra, en la que un personaje femenino provoca a las mujeres principales, incitándolas a ser como ellos, pues les menciona la inconstancia de los varones en el amor. “¿Por qué no ser igual que ellos?, ¿por qué someter a las mujeres, por qué no ser como ellos?”.
“La inconstancia del corazón, el equivoco de la identidad del deseo, esto es lo que está aquí analizado con una enorme complejidad que, por mucho, superaría la moralidad de la época que tal vez no supo darle el golpe a esta tremenda provocación”.
Così Fan Tutte te regala una sensación casi inefable; todo lo que sucede en el escenario te transmite la pasión desmesurada de todo el equipo de trabajo, al mismo tiempo que hace que tengas un debate interno con tus emociones.