Después de tres años del sexenio de Enrique Peña nieto, México vio morir a 65 mil 209 personas y tan sólo en 2016 aproximadamente 1,678 mujeres desaparecieron. En un país sumergido en los conflictos, como lo ha sido éste durante largos años, la violencia se ha encargado de arrebatarnos a seres queridos a consecuencia del crimen organizado. En el caso de los feminicidios, su incremento y la impunidad con la que ocurren, son otro ejemplo de indiferencia de nuestro sistema de justicia.
Bajo esta temática el Museo Memoria y Tolerancia presenta la exposición Feminicidio en México. ¡Ya basta!, la cual explica este fenómeno con archivos y cifras.
Como mujer, entiendo a la perfección lo que es salir en transporte público y tener miedo por traer puesta una falda, un vestido o inclusive un pantalón, porque el acoso pone a la mujer en un lugar poco favorable en un país donde la violencia es la primera y más grande amenaza.
Incluso de vez en cuando algún chistoso publicará algo utilizando el termino feminazi, sin comprender que ese comportamiento promueve la violencia contra la mujer.
Durante la conferencia de prensa, las mamás de dos víctimas estuvieron presentes en el presídium para abogar por sus hijas: Mariana Lima Buendía, quien fue encontrada sin vida en 2010 en el municipio de Chimalhuacán y Lilia Alejandra García Andrade, víctima de feminicidio en Ciudad Juárez, en el 2001.
Irinea Buendía Cortes, mamá de Mariana, ha sido apoyada por varias organizaciones de defensores de derechos humanos, después de que las autoridades declararan que su hija había cometido suicidio para no dar seguimiento a su asesinato. Gracias a su ardua lucha logró ver al agresor de su hija tras las rejas.
La maestra Norma Esther Andrade, madre de Lilia, formó la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa (NHRC), ante la impotencia de no obtener justicia en el caso del asesinato de su hija, en el que estuvo involucrado un funcionario de la Fiscalía de Desapariciones. NHRC ofrece apoyo a familiares que han perdido a sus hijas, ya sea que hayan desaparecido o sido asesinadas.
Norma Esther Andrade es una maestra de primaria que ha buscado la manera de impartir conferencias y charlas en escuelas para informar a los niños desde una temprana edad sobre el peligro que corren las mujeres pues el 41% de las víctimas tienen entre 20 y 40 años.
La muestra expone casos de familias que han quedado impunes en nuestra sociedad, así como formas de prevenir los feminicidios. El objetivo principal de la exposición es sensibilizar y crear conciencia sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, con el fin de evitarla y así combatir la impunidad.
A lo largo de ocho salas se encuentran instalaciones y fotografías de artistas como Teresa Margolles, Mayra Martell, Elina Chauvet, Cinthia Bolio e Iván Castañeda, entre otros.
Los feminicidios del país son un reflejo de la descomposición social del país, así como de la capacidad de las autoridades para sobrellevar estos casos, que como muchas cosas en México, quedan impunes al tratar con funcionarios públicos que participan en los asesinatos, trata de blancas y desapariciones de mujeres, como lo señaló la periodista Lydia Cacho en su libro Esclavas del poder.
Irinea Buendía Cortes gritó al final de la conferencia: “¡Ya basta! pero que este ya basta que todos gritamos sea una acción más que un par de palabras”.
La exposición permanecerá abierta hasta mayo, 2017.